Si hemos cometido un error o una falta, y ya no hay remedio, debemos aceptar las consecuencias.
Adolfo olle que su padre le llama a su despacho, y ya sabe para qué és.
"¿Estás preparado Adolfo?, se dice a sí mismo por dentro. ¿sí? entonces adelante" Y acude a la cita. Espera algún castigo.
-¿Es verdad que rompiste mi órgano electrónico?- Pregunta Don Severino, muy severo.
-Sí, papá
-Pues vas a comprarme otro con tu paga de los próximos seis meses.
-De acuerdo
Adolfo asume su responsabilidad. No ver un céntimo en tanto tiempo va a ser muy duro para él. pero...a lo hecho pecho
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